El carnivorismo, que empezó siendo una opción de emergencia(para el hombre primitivo), se convirtió en un hábito. La carne es adictiva: su consumo produce una leve intoxicación que se traduce, como otras intoxicaciones moderadas (café, alcohol, tabaco, etc.), en una forma de excitación o embriaguez que puede crear dependencia (de modo que la expresión “embriagarse de sangre” no es mera metáfora).
Comer carne no solo es innecesario, sino que además es insano. La propia Organización Mundial de la Salud lo advirtió hace más de treinta años, aunque luego las presiones comerciales y políticas le impidieron insistir en ello. El consumo de carne sobrecarga nuestro aparato digestivo de primates y favorece la aparición de tumores. Y además, debido a la contaminación ambiental, con la carne no solo ingerimos sus propias toxinas (como la cancerígena prolactina), sino también las que los animales que comemos acumulan a lo largo de su vida (como el mercurio y otros metales pesados que el organismo es incapaz de eliminar). Por no hablar del colesterol: incluso las carnes más magras contienen un alto porcentaje de grasas saturadas. Por no hablar tampoco de las vacas locas, los cerdos apestados, los pollos griposos...
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3 comentarios:
AHAHAAHAHAHA, muy buerno Anny, sos grande ;D, busco sobre el carnivorismo....,para mi tarea, y salis vos XDD
quien lo diria... que este post me serviria XP
se agrega a mi exposicion ya mismo, gracias pequeña, segui asi
Adorei esse texto! Apesar de o Google traduzi-lo de um jeito meio estranho, deu para entender perfeitamente! E concordo plenamente!
=)
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